Removiendo el alma

En éste fin de semana en un pequeño taller al qué asistí, hubo una serie de cosas que crean en mí una parada, qué llaman mi atención, no sólo por mí, porqué mientras se impartía, también me acordaba de personas, qué con la necesidad qué tienen de penetrar en su alma, de recibir consejos, no asisten. Hubo dos qué sobre todo me llaman la atención. Mientras las examino, no sé porqué, siento qué las tengo qué compartir contigo, sé que si las practicamos, pueden cambiar nuestra vida:
1. Celebrar mis errores
2. Acepta qué eres parte de un problema para poder ser la solución
Con la primera quiso decir qué esa exigencia del ser humano, de nosotros mismos, de ser perfectos, tener miedo al fracaso, de no cometer errores, es un error.
Qué nos tenemos qué permitir cometer errores, sean cuales sean, (siempre qué sean nuestros errores), porque somos humanos, porque estamos aquí para aprender, y probablemente hasta qué no entendamos eso nunca seremos felices del todo.
Por eso, recuerda, cada vez que cometas un error, celébralo, felicítate, salta, grita de alegría, baila o simplemente tómate una caña…has cometido un error, bien ¡felicidades!
Hoy amig@ te felicito por los errores qué has cometido hoy, los qué cometiste ayer, y los que has cometido en toda tu vida, amig@ mí@ FELICIDADES

Con la segunda parte, me parece tan delicado ese tema, sobre todo cuando pienso en víctimas de violencia de género, en personas qué están siendo víctimas de alguna injusticia, política, social, laboral, familiar. Lo qué quiere decir ésta frase, qué todo lo qué somos lo terminamos atrayendo, qué si estamos en un momento que nos sentimos víctimas, o qué curiosamente siempre lo hemos sido, la única forma qué tenemos de afrontarlo es reconociendo que somos parte del problema, para poder tomar cartas en el asunto, porque claro toda víctima necesita su verdugo, y al final tarde o temprano ese verdugo aparece, de diferente forma, sexo, lugar, pero siempre tendrás un verdugo, hasta en el momento qué decidas cortar de raíz, hasta el momento en el que digas -También tengo parte de culpa, yo, lo estoy permitiendo!
Haz algo por mí y por tí, quiérete

Deja un comentario